Se trabaja en identificar la raíz emocional, cognitiva y conductual que originó la adicción, entendiendo que esta es una manifestación de conflictos internos no resueltos. Se utiliza un enfoque terapéutico integral que combina la terapia cognitivo-conductual, Gestalt y logoterapia.

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El acompañamiento incluye apoyo emocional constante, sesiones individuales y grupales, y desarrollo de herramientas para la prevención de recaídas. Paralelamente, se trabaja con la familia de forma asertiva y participativa.